Me levanté a las 6 am en Phonix para ir al aeropuerto, el Shuttle me pasó a buscar por el hotel a las 6:40 am, el avión salió a las 9:30am, a eso de la 1 pm llegué a chicago y me tomé el vuelo a Washington. Los dos vuelos estaban sobrevendidos y tuve la esperanza que por primera vez me hagan un upgrade a business. Pero no, me tuve que conformar con asientos en la salida de emergencia y Priority Access.
Llegué a las 6 pm a Washington, interrumpí la corrida a clase para parar en el Starbucks a comprar un café y una botella de agua. Llegué diez minutos tarde a la clase, pero no estaba hablando el profesor sino una señora canosa de pelo corto. “Que raro” pensé y me fui a sentar. Estaba hablando de cómo está organizado el sector de comunicaciones de la Casa Blanca, le pregunté al que estaba sentado al lado mío quien era la vieja esa, Anita Dunn me responde, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca.
Grossssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssoooooooooooooooooooooooooo.
Monday, November 30, 2009
Friday, November 27, 2009
Mr. President
Cuando uno vive en Estado Unidos por algún tiempo, termina haciendo algunas cosas que nunca pensó que iba a hacer, o que si las hiciera nunca se las iba a contar a nadie. Así es como me encontré un día viendo Fútbol Americano y gritando como imbécil con mi décima cerveza en la mano un domingo al mediodía, también comí malvaviscos, fui a recoger Calabazas a una granja para Halloween, aprendí a saludar con el puño cerrado, a hacer “high fives” bien altos, decir “awesome” cada vez que alguien me cuenta algo y hasta alguna vez cenar a las siete de la tarde.
Pero creo que mi gringuísmo llegó a su máxima expresión cuando me convertí, casi sin quererlo, en el Presidente de la “International Student Association”. Sí, soy el presidente de la asociación de alumnos internacionales que cuenta con doce miembros perezosos y un presupuesto que no estoy muy seguro de cuanto es.
Digamos que ser presidente no tiene ningún privilegio más que poder ponerlo en el curriculum (en USA quizás tenga algo de valor) y que alguna alguien me haya presentado a un alumno a otro alumno y ese conteste “sí ,te conozco, vos sos el presidente de la asociación” y me sienta en una serie mala de los 90’s.
Pero ser presidente sí tiene sus obligaciones, tengo que ir a las reuniones del consejo de la asociación general de estudiantes de mi programa, con los todos los que ostenten cargos taaaan importantes como el mío y los presidentes de las otras asociaciones subsidiarias (para hablar con propiedad).
El presidente de la asociación de estudiantes de mi programa es un nabo que se toma esto tan en serio como si fuera presidente del universo, y la vicepresidenta es una chica que está bastante buena y que se toma esto como si fuera la vicepresidenta del universo (como en cualquier serie, estos dos tuvieron un romance que los catapultaba directamente a ser el rey y la reina de la “Prom” pero no duraron mucho porque el presidente es medio gay pero no se anima a asumirlo). Para ellos estas reuniones son cosa seria.
El tema es que en estas reuniones se vota todo lo que quieran hacer estos grupos, hay un cuaderno de registro de lo que se habló en la reunión, hay cuartos intermedios, abre la sesión el presidente y la vicepresidenta tiene su espacio para anuncios también. Claro que las reuniones son tan aburridas que a la segunda ya fueron solamente cuatro (contando al presidente y la vice) por lo que no llegaron al Quórum y no pudieron aprobar nada. En consecuencia, y a instancias de una propuesta realizada por quien escribe, vamos a hacer las votaciones por internet y no vamos reunir un carajo.
En definitiva, vamos a lo importante y a la razón por la que escribí este post. De ahora en adelante nada de Ioni, Jonathan, Yehonatan, Ionatan, Ion, Io, Ions, ionix, Ionchu, Iongi, Novio, Argentino, Che, Ionaldo ni nada de eso… limítense por favor a decirme Sr. Presidente. Gracias.
Pero creo que mi gringuísmo llegó a su máxima expresión cuando me convertí, casi sin quererlo, en el Presidente de la “International Student Association”. Sí, soy el presidente de la asociación de alumnos internacionales que cuenta con doce miembros perezosos y un presupuesto que no estoy muy seguro de cuanto es.
Digamos que ser presidente no tiene ningún privilegio más que poder ponerlo en el curriculum (en USA quizás tenga algo de valor) y que alguna alguien me haya presentado a un alumno a otro alumno y ese conteste “sí ,te conozco, vos sos el presidente de la asociación” y me sienta en una serie mala de los 90’s.
Pero ser presidente sí tiene sus obligaciones, tengo que ir a las reuniones del consejo de la asociación general de estudiantes de mi programa, con los todos los que ostenten cargos taaaan importantes como el mío y los presidentes de las otras asociaciones subsidiarias (para hablar con propiedad).
El presidente de la asociación de estudiantes de mi programa es un nabo que se toma esto tan en serio como si fuera presidente del universo, y la vicepresidenta es una chica que está bastante buena y que se toma esto como si fuera la vicepresidenta del universo (como en cualquier serie, estos dos tuvieron un romance que los catapultaba directamente a ser el rey y la reina de la “Prom” pero no duraron mucho porque el presidente es medio gay pero no se anima a asumirlo). Para ellos estas reuniones son cosa seria.
El tema es que en estas reuniones se vota todo lo que quieran hacer estos grupos, hay un cuaderno de registro de lo que se habló en la reunión, hay cuartos intermedios, abre la sesión el presidente y la vicepresidenta tiene su espacio para anuncios también. Claro que las reuniones son tan aburridas que a la segunda ya fueron solamente cuatro (contando al presidente y la vice) por lo que no llegaron al Quórum y no pudieron aprobar nada. En consecuencia, y a instancias de una propuesta realizada por quien escribe, vamos a hacer las votaciones por internet y no vamos reunir un carajo.
En definitiva, vamos a lo importante y a la razón por la que escribí este post. De ahora en adelante nada de Ioni, Jonathan, Yehonatan, Ionatan, Ion, Io, Ions, ionix, Ionchu, Iongi, Novio, Argentino, Che, Ionaldo ni nada de eso… limítense por favor a decirme Sr. Presidente. Gracias.
Tuesday, November 24, 2009
Sepa disculpar las molestias
Se le comunica a los señores lectores, que por motivos de visita materna este blog bajara tres posiciones en la escala de prioridades del autor por la próxima semana.
Muchas Gracias.
Wednesday, November 18, 2009
Fast Food
Hoy llegué tarde de un happy hour con hambre, poco tiempo y muchas cosas para hacer antes de irme a dormir. Tenía unos capeletis a los cuatro quesos y muy pocas ganas de cocinar una salsa. Mire por toda la heladera a ver con qué podía comer los capeletis que sea rápido, rico y no me haga lavar ninguna olla extra... Mayonesa!!!!!
Monday, November 16, 2009
Anochecer de un agitado día de clase
Hoy tuve clase. A eso de las 7 y 10 de la tarde, después de estudiar a la mañana y trabajar por la tarde, suelo tener clases. La de hoy, por ejemplo, es sobre redacción de discursos o “Speechwriting” como se dice en ingles, disciplina que en Argentina y Latinoamérica está poco desarrollada pero que acá se usa con frecuencia desde los 60’s y que yo personalmente tuve la oportunidad de ejercer en Argentina.
Las clases en USA no son muy distintas a las que tenía en Argentina salvo por tres razones fundamentales: la primera es que son en inglés, la segunda que los profesores tienen curriculums mucho mejores que los que tenían mis profesores allá (este profesor era el que le escribía los discursos a George H. W. Bush) y la tercera son mis compañeros. Es de ellos que voy a hablar hoy.
Los alumnos norteamericanos son muy diferentes a los latinoamericanos. Para empezar llegan puntuales. Siempre que la clase empieza, los que llegamos tarde somos los “foreigners” mientras que los locales, aunque odien la clase, siempre están antes que el profesor.
Se visten diferente. O en otras palabras, no les puede importar menos como vestirse. Las mujeres recién llegadas del gimnasio con calzas negras y sweater rozas aunque pesen 150 kilos., no sé si lo hacen para demostrar que están tratando de bajar todo eso que muestran o si realmente no les importa. Los hombres usan traje y gorra de beisbol. Las gorras de beisbol van con todo, a toda hora y en cualquier ocasión.
Se comportan diferente. Todos llevan sus laptopts Mac a clase (se ven pocas PCs) en las cuales chatean, chequean sus diez cuentas de mail, entran a facebook, escriben en tweeter, leen los tweeter de los demás y chatean chatean chatean. Todo menos tomar apuntes. En realidad lo que hacen es chatear con el resto de los alumnos que están en clase y hacer comentarios sin que el profesor les pueda decir “¿De qué se ríe alumno McClain? ¿Por qué no se lo cuenta al resto así nos reímos todos?” en esos momentos yo me siento bastante afuera de onda con mi simple anotador analógico.
Los que no tienen computadora no se quedan en el mundo off-line tampoco. Sin ningún tipo de descaro sacan los celulares y se pasan la clase mandando mensajes, además de todo lo que hacen quienes tienen computadoras.
No por hacerme el ñoño pero de verdad que es muy hinchapelotas intentar concentrarse en una clase cuando hay 50 enfermos haciendo tlac tlac tlac tlac todo el tiempo con las teclas de sus computadoras. Al menos los que usan el celular son más silenciosos.
Participan en clase diferente. Todas las clases toman la participación como parte de la nota, y se ve que en esta país les enseñan desde chiquitos a participar mucho en clase. El gran problema es que la mayor parte del tiempo estos muchachos no tienen nada para decir, nada, pero hablan igual. Levantan la mano con total impunidad para decir lo primero que se les pasa por su cabeza y el profesor, en su afán de no desmotivar a sus alumnos a que participen en clase, les contesta sus pelotudeses con una sonrisa. Voy a festejar el día en que un profesor por fin les diga a alguien que deje de preguntar forradas.
Se alimentan diferente. Como expliqué en el principio de este post, las clases son a las 7:10 pm, los gringos cenan entre las 5 pm y las 7 pm, ergo los alumnos cenan en clase. No, no es chiste, sacan un tupper con macaroni and cheese, o una hamburguesa de Wendys y se la morfan ahí en medio de la clase, como si fuera lo más normal del mundo. Algunos más tímidos, en vez de almorzar, sacan unas papas fritas y la coca y meriendan ahí mismo en su pupitre. No me digan que no es raro.
El semestre que viene voy a ser Profesor Asistente de una materia sobre Campañas en el mundo, una clase que pensamos y armamos con Flor y Ricky, y ahí van a ver estos gringos la disciplina académica latinoamericana. Que disfruten mientras puedan de su libertinaje.
Las clases en USA no son muy distintas a las que tenía en Argentina salvo por tres razones fundamentales: la primera es que son en inglés, la segunda que los profesores tienen curriculums mucho mejores que los que tenían mis profesores allá (este profesor era el que le escribía los discursos a George H. W. Bush) y la tercera son mis compañeros. Es de ellos que voy a hablar hoy.
Los alumnos norteamericanos son muy diferentes a los latinoamericanos. Para empezar llegan puntuales. Siempre que la clase empieza, los que llegamos tarde somos los “foreigners” mientras que los locales, aunque odien la clase, siempre están antes que el profesor.
Se visten diferente. O en otras palabras, no les puede importar menos como vestirse. Las mujeres recién llegadas del gimnasio con calzas negras y sweater rozas aunque pesen 150 kilos., no sé si lo hacen para demostrar que están tratando de bajar todo eso que muestran o si realmente no les importa. Los hombres usan traje y gorra de beisbol. Las gorras de beisbol van con todo, a toda hora y en cualquier ocasión.
Se comportan diferente. Todos llevan sus laptopts Mac a clase (se ven pocas PCs) en las cuales chatean, chequean sus diez cuentas de mail, entran a facebook, escriben en tweeter, leen los tweeter de los demás y chatean chatean chatean. Todo menos tomar apuntes. En realidad lo que hacen es chatear con el resto de los alumnos que están en clase y hacer comentarios sin que el profesor les pueda decir “¿De qué se ríe alumno McClain? ¿Por qué no se lo cuenta al resto así nos reímos todos?” en esos momentos yo me siento bastante afuera de onda con mi simple anotador analógico.
Los que no tienen computadora no se quedan en el mundo off-line tampoco. Sin ningún tipo de descaro sacan los celulares y se pasan la clase mandando mensajes, además de todo lo que hacen quienes tienen computadoras.
No por hacerme el ñoño pero de verdad que es muy hinchapelotas intentar concentrarse en una clase cuando hay 50 enfermos haciendo tlac tlac tlac tlac todo el tiempo con las teclas de sus computadoras. Al menos los que usan el celular son más silenciosos.
Participan en clase diferente. Todas las clases toman la participación como parte de la nota, y se ve que en esta país les enseñan desde chiquitos a participar mucho en clase. El gran problema es que la mayor parte del tiempo estos muchachos no tienen nada para decir, nada, pero hablan igual. Levantan la mano con total impunidad para decir lo primero que se les pasa por su cabeza y el profesor, en su afán de no desmotivar a sus alumnos a que participen en clase, les contesta sus pelotudeses con una sonrisa. Voy a festejar el día en que un profesor por fin les diga a alguien que deje de preguntar forradas.
Se alimentan diferente. Como expliqué en el principio de este post, las clases son a las 7:10 pm, los gringos cenan entre las 5 pm y las 7 pm, ergo los alumnos cenan en clase. No, no es chiste, sacan un tupper con macaroni and cheese, o una hamburguesa de Wendys y se la morfan ahí en medio de la clase, como si fuera lo más normal del mundo. Algunos más tímidos, en vez de almorzar, sacan unas papas fritas y la coca y meriendan ahí mismo en su pupitre. No me digan que no es raro.
El semestre que viene voy a ser Profesor Asistente de una materia sobre Campañas en el mundo, una clase que pensamos y armamos con Flor y Ricky, y ahí van a ver estos gringos la disciplina académica latinoamericana. Que disfruten mientras puedan de su libertinaje.
Wednesday, November 11, 2009
Hasta la victoria... siempre papa!!!!
Compañeras y compañeros lectores de este jornal revolucionario digital. Queremos ratificar que el camarada Ioni es un militante de la supremacía Argentina ante el mundo, alguien que cree que Buenos Aires sigue siendo la París de America Latina, y que lo dice sin ponerse rojo. Y digo rojo porque si dijera colorado ustedes pensarían que nosotros somos oligarcas cipayos imperialistas, pero no, somos simplemente esa hermosa minoría intelectual y sumamente pensante, que crítica un poquito a la Argentina solamente para pasar desapercibidos.
Viviendo en un país del exterior, nos hemos topado con personas de todo el mundo con ideas absolutamente disparatadas de nuestro país. Hemos tenido la mala suerte de leer el post anterior (que será sujeto a una dura revisión por nuestro comité de claridad y calidad de pensamiento) que el grupo más fascista, reaccionario y, porque no decirlo, psico-yupi-neoliberal de este blog ha comparado nuestro hermoso país con Brasil, Chile, Uruguay, Colombia y hasta Perú.
¿Brasil? ¿De qué carajo me van a comparar a los piojosos brasileros, bailadores de lambada, con nosotros? Andá a encontrar en Rio de Janeiro una zona arquitectónicamente tan Art Noveau como la Recoleta. La cerveza Skoll o Bramha no se pueden tomar ni aunque haga 40 grados en la sombra y no haya una Quilmes hasta la frontera con Misiones. En esos casos preferimos tomar leche de coco, que se ve tan lindo, para sacarse una foto y ponerla en el facebook. Quizás alguien hasta piense que nos fuimos a una playa de verdad, como Playa del Carmen o algo así.
Los Brasileros que se creen los mejores porque van a organizar las olimpiadas y el mundial de futbol. Pero perdonen Brasileritos que Messi es Argentino y si no va al Mundial no lo va a ver nadie. Como duele que Messi sea Argentino, ¿no? Y que ya ni siquiera tengan un Ronaldo que juegue bien al fútbol, el único Ronaldo bueno es portugués. Y por último, a donde se fue Xuxa a hacer plata porque ustedes son unos muertos de hambre… A Argentina papiño.
¿Chile? ¿Qué le vieron ahora a Chile? A estos los borramos de un plumazo, ¿si vieron lo triste que es el mapa chileno? Imagínense estar toda tu vida coloreando el mapa en las escuelas chilenas, es un país fálico y encima con complejo de inferioridad. Usan huevón cada dos palabras. Al menos tengan los huevos de decir Boludo huevones!!!!. Supuestamente tienen bueno vino, déjense de joder, que buen vino puede tener un país que no lo conoce nadie. No tienen el tango, ni a Maradona, ni nada. Su escritosr más conocido es Bolaños, ¿alguien lo conoce? No, es un invento como el vino chileno.
Ni empezar con Uruguay, un país que come las migajas que se nos caen de la mesa. Como dice un libro que leí hace poco (The Palermo Manifiesto, bueniiiiiiiiisimo) “la disputa sobre la nacionalidad de Gardel es triste, es mucho más doloroso que la celebración de un córner, es como ser feliz por haber visto de lejos un auto caro, es de perdedor groso” Y si, de perdedor groso.
No como nosotros que nacimos ganadores, condenados al éxito como dijo el compañero Duhalde. Nosotros no nos peleamos por la nacionalidad de nadie, ¿querés a Treseget franchute? Te lo damos, ¿querés a Camoranesi Tano? Te lo damos. ¿Sabés por qué? Porque nosotros no los necesitamos, tenemos al mejor jugador de todos los tiempos y al mejor de ahora. Y tenemos al mejor potrero que es cada espacio de 5 x 5 verde que tenga nuestro enorme y hermoso país. Que además tiene todos los climas, y tantas otras cosas. Ni hablar de nuestro acento porteño que vuelvo locas a las mujeres de todo el mundo. La avenida más ancha, más larga, Valeria Maza era un éxito en Europa… si hasta tuvo un programa de tele en Italia, dejémonos de joder.
¿Qué escucho? ¿Que están cantando compañeros?
“Borom bom bom Borom bom bom.. es un afano… suspendanló… “
Y si gente hermosa, gente bien, gente Argentina… lo suspendemos porque ya nos sentimos mal, esto es ya es mucho compañeros.
Pero antes de irnos, recemos y demos las gracias al Señor por no haber nacido Latinoamericanos…
Viviendo en un país del exterior, nos hemos topado con personas de todo el mundo con ideas absolutamente disparatadas de nuestro país. Hemos tenido la mala suerte de leer el post anterior (que será sujeto a una dura revisión por nuestro comité de claridad y calidad de pensamiento) que el grupo más fascista, reaccionario y, porque no decirlo, psico-yupi-neoliberal de este blog ha comparado nuestro hermoso país con Brasil, Chile, Uruguay, Colombia y hasta Perú.
¿Brasil? ¿De qué carajo me van a comparar a los piojosos brasileros, bailadores de lambada, con nosotros? Andá a encontrar en Rio de Janeiro una zona arquitectónicamente tan Art Noveau como la Recoleta. La cerveza Skoll o Bramha no se pueden tomar ni aunque haga 40 grados en la sombra y no haya una Quilmes hasta la frontera con Misiones. En esos casos preferimos tomar leche de coco, que se ve tan lindo, para sacarse una foto y ponerla en el facebook. Quizás alguien hasta piense que nos fuimos a una playa de verdad, como Playa del Carmen o algo así.
Los Brasileros que se creen los mejores porque van a organizar las olimpiadas y el mundial de futbol. Pero perdonen Brasileritos que Messi es Argentino y si no va al Mundial no lo va a ver nadie. Como duele que Messi sea Argentino, ¿no? Y que ya ni siquiera tengan un Ronaldo que juegue bien al fútbol, el único Ronaldo bueno es portugués. Y por último, a donde se fue Xuxa a hacer plata porque ustedes son unos muertos de hambre… A Argentina papiño.
¿Chile? ¿Qué le vieron ahora a Chile? A estos los borramos de un plumazo, ¿si vieron lo triste que es el mapa chileno? Imagínense estar toda tu vida coloreando el mapa en las escuelas chilenas, es un país fálico y encima con complejo de inferioridad. Usan huevón cada dos palabras. Al menos tengan los huevos de decir Boludo huevones!!!!. Supuestamente tienen bueno vino, déjense de joder, que buen vino puede tener un país que no lo conoce nadie. No tienen el tango, ni a Maradona, ni nada. Su escritosr más conocido es Bolaños, ¿alguien lo conoce? No, es un invento como el vino chileno.
Ni empezar con Uruguay, un país que come las migajas que se nos caen de la mesa. Como dice un libro que leí hace poco (The Palermo Manifiesto, bueniiiiiiiiisimo) “la disputa sobre la nacionalidad de Gardel es triste, es mucho más doloroso que la celebración de un córner, es como ser feliz por haber visto de lejos un auto caro, es de perdedor groso” Y si, de perdedor groso.
No como nosotros que nacimos ganadores, condenados al éxito como dijo el compañero Duhalde. Nosotros no nos peleamos por la nacionalidad de nadie, ¿querés a Treseget franchute? Te lo damos, ¿querés a Camoranesi Tano? Te lo damos. ¿Sabés por qué? Porque nosotros no los necesitamos, tenemos al mejor jugador de todos los tiempos y al mejor de ahora. Y tenemos al mejor potrero que es cada espacio de 5 x 5 verde que tenga nuestro enorme y hermoso país. Que además tiene todos los climas, y tantas otras cosas. Ni hablar de nuestro acento porteño que vuelvo locas a las mujeres de todo el mundo. La avenida más ancha, más larga, Valeria Maza era un éxito en Europa… si hasta tuvo un programa de tele en Italia, dejémonos de joder.
¿Qué escucho? ¿Que están cantando compañeros?
“Borom bom bom Borom bom bom.. es un afano… suspendanló… “
Y si gente hermosa, gente bien, gente Argentina… lo suspendemos porque ya nos sentimos mal, esto es ya es mucho compañeros.
Pero antes de irnos, recemos y demos las gracias al Señor por no haber nacido Latinoamericanos…
Saturday, November 7, 2009
Me puse pensativo (pffff, ni que te fueramos a creer)
Aunque me guste escribir, nunca podría ser periodista por dos razones fundamentales, primero porque no me sale escribir sobre cualquier cosa y segundo porque no me sale escribir sobre algo de lo que no tengo ganas de escribir cuando tengo muchas más ganas de escribir sobre otra cosa.
Eso me pasa hoy y me vino pasando todos los días desde que abrí este blog. Supuestamente era una especie de jornal donde iba a escribir las cosas que me pasaban en este raro país del norte, pero nunca me dieron ganas y en cambio se me dio por escribir pensamientos y opiniones como catarsis… aunque todavía no se catarsis de qué, pero queda bien decirlo.
Por eso hoy no voy a escribir sobre mi viaje a Londres, o como festejé el gol de Palermo, mi mudanza, mi nuevos roomates, las visitas de los últimos días ni nada de eso. Ahora sólo quiero escribir sobre ese país con nombre de mujer vieja y con ruleros, Argentina.
El viernes estaba hablando con Martin, un amigo argentino de la zona y le comenté que en la última semana tres personas distintas me habían expresado de la suerte que tengo de estar acá porque mi país está cayendo en picada, aun más bajo de lo que estaba. El me dijo que le había pasado algo parecido, y para mi sorpresa me encuentro esa misma semana con un texto escrito en Facebook por mi amigo Nacho hablando sobre el “fracaso de nuestra sociedad”, cuando nunca le había detectado ninguna inquietud social. A estos hechos de las últimas horas, hay que sumarle que todos los días entro a los portales de los distintos medios argentinos y cada vez las noticias, las imágenes y los titulares son peores.
Claro que por otro lado, las personas que me alertaron sobre la debacle argentina son de las personas más alarmistas que conozco (incluyendo a mi papá que es tan paranoico que hace que los policías de migraciones americanos parezcan serenos de estacionamientos) y que es ya conocida la pelea del gobierno con los medios y eso seguramente eleva el nivel de paranoia mediática. Pero igual creo que esta situación merece un análisis, limitado claro, pero que me gustaría que ustedes (los que están acá, allá o en cualquier lugar) me cuenten como lo ven.
Mi sensación es que el problema tiene dos vertientes, una es el manoseo que sentimos los argentinos por el autoritarismo, la violencia, la impunidad, la falta de autocritica y de interés en el bien común que tiene el gobierno; y otra es el grave problema de inseguridad que viene preocupando a todos los padres y madres desde que tengo uso de razón (la clásica frase de que a los chicos de hoy no les importa matar por un reloj se la escuché a chiche Gelblum creo que en 1993 por primera vez y seguramente se dijo muchas veces antes).
El problema del autoritarismo y la tomada de pelo Kirchnerista lo veo como un problema a corto plazo, que si bien es grave y duele mucho tener el país gobernado por unos infradotados con alma de matones, creo que en un punto es bueno. (Qué carajo decís Ioni? Bueno porque vos estas en Washington cagándote de risa de cómo los gringos llaman crisis a tener 10% de desocupados que encima cobran un montón de plata en seguro de desempleo) Bueno porque creo que nuestra democracia es joven y porque creo que, quizás, aprendamos de nuestros errores. Así como después de Menem la corrupción en el gobierno sigue existiendo pero es menor, o al menos es más sutil, espero que después de este gobierno se venga un movimiento de fortalecimiento institucional, de respeto a la democracia y de límites al poder presidencial. Y yo personalmente creo que así va a ser. (Ioni, sos un optimista y un pelotudo).
El otro problema ya sí me preocupa mucho más, no porque creo que todo esta tan violento y salvaje como muestran los medios. Sino porque es un problema de larga data, que cada vez se profundiza más y más rápido y que nadie, pero nadie, hace nada al respecto.
Todo empezó con nuestros abuelos que llegaron a la ciudad provenientes del interior y de países limítrofes por un trabajo en una fábrica, de esas que había en una época y que hasta hubo un par de décadas como las del 50 y 60 donde había cada vez más (vale decir que en esas épocas también nos quejábamos). Siguió con nuestros padres que perdieron todo lo que tenían en la hiperinflación de los 80 y en la recesión, aniquilación de la industria nacional y privatización de los 90. Después fuimos nosotros los que perdimos todo en la crisis del 2001 y que aunque las ventas de Ayres y complot hayan subido en los años posteriores, algunos nunca lo recuperamos (bien Ioni, ¿nos querés mostrar lo que aprendiste en tu clase de historia de 4to año? Anda a cagar…)
Esto significa que hoy en día, hay chicos que no vieron nunca a sus padres trabajar, y mucho peor, quizás ni siquiera vieron a sus abuelos trabajar. Chicos que son hijos de décadas y décadas de políticas que no contuvieron a los desplazados y que esa marginalidad se fue haciendo cada vez más profunda. ¿Cuándo fue la última vez que supimos de alguna iniciativa real, seria y de largo aliento que se preocupe por darle un lugar en la sociedad a toda esta gente que se quedó afuera? Yo no me acuerdo.
Hoy en día se está hablando de bajar la edad de imputabilidad, de poner mas policías en las calles, hasta de poner al ejercito. Pero esto no va a solucionar nada, porque con policías o ejército, paco, cumbia villera y zapatillas Nike se entretuvieron a los marginados mucho tiempo, pero parece que ya no alcanza. No creo que haya que bajar la edad de imputabilidad y encarcelar a los chicos de 13, pero tampoco creo que no haya que hacer nada. No creo que haya que sacar el ejército a la calle y decretar la emergencia nacional, pero tampoco creo que en aras de hacer algo de fondo, nunca se haga nada de nada.
¿Que esperamos de ese chico que está aspirando pegamento desde que tiene 5 años? ¿Que termine la primaria? ¿Que se anote en filosofía y letras? Y todos pasamos por al lado y nadie hace nada. ¿Hay que meterlo preso? No, pero tampoco hay que dejarlo sólo, porque nada bueno va a salir de ahí. Hay que darle contención, trabajo a sus familias. Hay muchos casos de éxito en temas de seguridad, Colombia es un país donde hace 5 años no se podía salir a la calle, Perú, Brasil y tantos otros también son buenos ejemplos. Nosotros no somos un buen ejemplo de nada.
En definitiva, yo estoy acá lejos, me gustaría que ustedes, los que viven en Argentina y los Argentinos en otros países me cuenten qué les pasa con esto, como ven el país, etc.
Yo, a veces… no tengo ganas de volver.
Eso me pasa hoy y me vino pasando todos los días desde que abrí este blog. Supuestamente era una especie de jornal donde iba a escribir las cosas que me pasaban en este raro país del norte, pero nunca me dieron ganas y en cambio se me dio por escribir pensamientos y opiniones como catarsis… aunque todavía no se catarsis de qué, pero queda bien decirlo.
Por eso hoy no voy a escribir sobre mi viaje a Londres, o como festejé el gol de Palermo, mi mudanza, mi nuevos roomates, las visitas de los últimos días ni nada de eso. Ahora sólo quiero escribir sobre ese país con nombre de mujer vieja y con ruleros, Argentina.
El viernes estaba hablando con Martin, un amigo argentino de la zona y le comenté que en la última semana tres personas distintas me habían expresado de la suerte que tengo de estar acá porque mi país está cayendo en picada, aun más bajo de lo que estaba. El me dijo que le había pasado algo parecido, y para mi sorpresa me encuentro esa misma semana con un texto escrito en Facebook por mi amigo Nacho hablando sobre el “fracaso de nuestra sociedad”, cuando nunca le había detectado ninguna inquietud social. A estos hechos de las últimas horas, hay que sumarle que todos los días entro a los portales de los distintos medios argentinos y cada vez las noticias, las imágenes y los titulares son peores.
Claro que por otro lado, las personas que me alertaron sobre la debacle argentina son de las personas más alarmistas que conozco (incluyendo a mi papá que es tan paranoico que hace que los policías de migraciones americanos parezcan serenos de estacionamientos) y que es ya conocida la pelea del gobierno con los medios y eso seguramente eleva el nivel de paranoia mediática. Pero igual creo que esta situación merece un análisis, limitado claro, pero que me gustaría que ustedes (los que están acá, allá o en cualquier lugar) me cuenten como lo ven.
Mi sensación es que el problema tiene dos vertientes, una es el manoseo que sentimos los argentinos por el autoritarismo, la violencia, la impunidad, la falta de autocritica y de interés en el bien común que tiene el gobierno; y otra es el grave problema de inseguridad que viene preocupando a todos los padres y madres desde que tengo uso de razón (la clásica frase de que a los chicos de hoy no les importa matar por un reloj se la escuché a chiche Gelblum creo que en 1993 por primera vez y seguramente se dijo muchas veces antes).
El problema del autoritarismo y la tomada de pelo Kirchnerista lo veo como un problema a corto plazo, que si bien es grave y duele mucho tener el país gobernado por unos infradotados con alma de matones, creo que en un punto es bueno. (Qué carajo decís Ioni? Bueno porque vos estas en Washington cagándote de risa de cómo los gringos llaman crisis a tener 10% de desocupados que encima cobran un montón de plata en seguro de desempleo) Bueno porque creo que nuestra democracia es joven y porque creo que, quizás, aprendamos de nuestros errores. Así como después de Menem la corrupción en el gobierno sigue existiendo pero es menor, o al menos es más sutil, espero que después de este gobierno se venga un movimiento de fortalecimiento institucional, de respeto a la democracia y de límites al poder presidencial. Y yo personalmente creo que así va a ser. (Ioni, sos un optimista y un pelotudo).
El otro problema ya sí me preocupa mucho más, no porque creo que todo esta tan violento y salvaje como muestran los medios. Sino porque es un problema de larga data, que cada vez se profundiza más y más rápido y que nadie, pero nadie, hace nada al respecto.
Todo empezó con nuestros abuelos que llegaron a la ciudad provenientes del interior y de países limítrofes por un trabajo en una fábrica, de esas que había en una época y que hasta hubo un par de décadas como las del 50 y 60 donde había cada vez más (vale decir que en esas épocas también nos quejábamos). Siguió con nuestros padres que perdieron todo lo que tenían en la hiperinflación de los 80 y en la recesión, aniquilación de la industria nacional y privatización de los 90. Después fuimos nosotros los que perdimos todo en la crisis del 2001 y que aunque las ventas de Ayres y complot hayan subido en los años posteriores, algunos nunca lo recuperamos (bien Ioni, ¿nos querés mostrar lo que aprendiste en tu clase de historia de 4to año? Anda a cagar…)
Esto significa que hoy en día, hay chicos que no vieron nunca a sus padres trabajar, y mucho peor, quizás ni siquiera vieron a sus abuelos trabajar. Chicos que son hijos de décadas y décadas de políticas que no contuvieron a los desplazados y que esa marginalidad se fue haciendo cada vez más profunda. ¿Cuándo fue la última vez que supimos de alguna iniciativa real, seria y de largo aliento que se preocupe por darle un lugar en la sociedad a toda esta gente que se quedó afuera? Yo no me acuerdo.
Hoy en día se está hablando de bajar la edad de imputabilidad, de poner mas policías en las calles, hasta de poner al ejercito. Pero esto no va a solucionar nada, porque con policías o ejército, paco, cumbia villera y zapatillas Nike se entretuvieron a los marginados mucho tiempo, pero parece que ya no alcanza. No creo que haya que bajar la edad de imputabilidad y encarcelar a los chicos de 13, pero tampoco creo que no haya que hacer nada. No creo que haya que sacar el ejército a la calle y decretar la emergencia nacional, pero tampoco creo que en aras de hacer algo de fondo, nunca se haga nada de nada.
¿Que esperamos de ese chico que está aspirando pegamento desde que tiene 5 años? ¿Que termine la primaria? ¿Que se anote en filosofía y letras? Y todos pasamos por al lado y nadie hace nada. ¿Hay que meterlo preso? No, pero tampoco hay que dejarlo sólo, porque nada bueno va a salir de ahí. Hay que darle contención, trabajo a sus familias. Hay muchos casos de éxito en temas de seguridad, Colombia es un país donde hace 5 años no se podía salir a la calle, Perú, Brasil y tantos otros también son buenos ejemplos. Nosotros no somos un buen ejemplo de nada.
En definitiva, yo estoy acá lejos, me gustaría que ustedes, los que viven en Argentina y los Argentinos en otros países me cuenten qué les pasa con esto, como ven el país, etc.
Yo, a veces… no tengo ganas de volver.
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