Friday, June 12, 2009

Momento de reflección




Es viernes a la noche y estoy solo en mi habitación de hotel. No tengo una botella de Whisky al lado de mi computadora como le gustaría a Bukowsky ni una botella de Ron como le gustaría a Hemingway, sino una botella de agua porque estuve toda la semana enfermo, con la garganta hinchadísima que no me dejaba ni trabajar, ni hablar y casi ni respirar. Al respecto de la enfermedad una sola cosa, la cobertura internacional de Docthos es genial, me atendió un médico judío gratis y encima en Bueno Aires me devuelven la plata de los medicamentos. Digamos, uno paga un montón pero al menos responden.

También quiero que sepan que no tengo ni idea que voy a escribir en este post, pero si sé que tengo muchas cosas para decir, tantas que no sé cómo ni por dónde empezar. Seguramente no diga ni el diez por ciento, pero es una forma de exprimir todo lo que tiene mi cerebro en este momento. Problemente diga cualquier estupidez, sepan entenderme por favor y llamar a un especialista en caso de que vean que se pone medio demente.

Quizás ya se hayan dado cuenta el cambio de humor respecto a los primeros posts, esto ya no me parece Disneyland y más que nada quiero que termine. Que no se malentienda, estoy aprendiendo por tonelada, tanto en lo profesional como en lo humano, pero esto es muy desgastante. Mucho trabajo, en un lugar que no es el mío y en lugares que muchas veces con incómodos. Y a mí no me gusta estar incomodo.

Aprendí que las campañas son muy distintas cuando te llaman porque te necesitan y cuando te mete alguien externo. Una cosa es que la campaña tenga la necesidad de un consultor y otra es cuando uno tiene que generarla, a veces se logra generar esta necesidad pero en la gran mayoría no. En nuestro caso nos metió el PAN nacional y las campañas se encontraron que tenían consultores que nunca habían pedido. Pero bueno, es lo que hay y hay que ponerle huevo… eso hicimos.

El rol del consultor es "recomendar" pero el real trabajo es saber escuchar y entender lo que realmente necesita el cliente y no lo que el consultor quiere decirle, entender cómo necesita que hagamos el trabajo y, sobre todo, cuando estas más rompiendo las bolas que ayudando. Es mucha la gente que habla sobre la necesidad de escuchar pero muy poca la que realmente lo implementa.

También entendí lo importante que es no imponer ideas sino generarlas en un dialogo. Y vuelvo a lo mismo, nosotros armamos campañas en las que el candidato tiene que ser cercano a la gente, hablar en términos claros, que sea entretenido e interesante. Ahora, los consultores imponemos nuestras ideas y nuestros conocimientos, nos creemos dueños de la verdad y no damos explicaciones ni preguntamos “¿Qué te parece?". Una idea que nace de una pregunta o de una conversación es diez veces más poderosa.

Aprendí que es mentira cuando un consultor dice "yo gané tal o cual campaña" o cuando otra persona te dice "que sabe ese consultor si perdió tal campana que tenía ganada". Las campañas las gana y las pierde el candidato, para ganar una campaña se tienen que dar muchas variables y hacer bien muchas cosas, muchas más de las que puede adjudicarse un consultor, un publicista o hasta un gerente de campaña. Un consultor puede hacer la mejor estrategia, pero si la gente no la lleva a cabo bien, no sirve. Pasa lo mismo con cada una de las otras tareas de la campana, por eso es tarea del candidato armar un buen equipo que sea sólido, con funciones delimitadas y que funcione. Es nuestra tarea dejar de creer que un consultor gana o pierde una elección.

Esto me lleva a otro punto muy importante, más que un punto es el talón de Aquiles de la mayoría de la gente con la que me cruzo en estos días, el ego. Mierda que el ego es la fuente del noventa por ciento de las peleas, de los malos entendidos, de trabajos mal hechos y de conversaciones aburridísimas que tienen la siguiente dinámica:
- A: "Yo yo yo yo yo"
-B: "Yo yo yo yo yo yo"
-A "Claro, porque yo yo yo yo yo"
-B “Te decía justamente que yo yo yo yo yo yo"

¿y saben qué? No vi hasta ahora que todo ese ego haya traído nada que sirva para algo más que hacerme tomar más tequila cuando presencio conversaciones como la recientemente descripta.

Ah, estoy harto de la gente que te cuenta que había pronosticado cosas un año antes de que pasen, ni lo cuenten porque no les creo nada de nada. Saben lo que les digo ¿no? Esa gente que te dice “Es que yo ya desde el 93 decía que Obama iba a ser presidente, nadie me creía y ya ves…” Triste.
Así aprendí mucho sobre las relaciones humanas. En la vida hay que pasarla bien, y sobre todo hay que rodearse de gente que sea nutritiva para uno y saber identificar y mantener la suficiente distancia con la gente toxica. Hay gente muy toxica en este mundo, y pobres no es su culpa, pero nosotros tenemos que saber hasta qué punto dejarlos acercarse a nuestra vida para que no nos afecten demasiado y tenerlos generalmente lejos. El problema se da porque muchas veces esta gente nos sirve o nos trae algún tipo de beneficio, especialmente material, por eso hay que tener una estrategia clara y seguirla al pie de la letra, eso no va solo para los candidatos tenemos que implementarlo nosotros también.

Estoy cansado de los que piensan que el trabajo tiene que ser un sacrificio. Si la gente le pone ganas y buen humor el trabajo puede ser mucho más divertido de lo que es, pero las neurosis, la gente toxica y el ego hacen que trabajar muchas veces sea una tortura. Estoy cada vez más seguro que la vida puede ser unas vacaciones, solo hay que hacer lo que a uno le gusta, rodearse de gente querida, que haga su trabajo con placer, que tenga buen humor y le guste Dave Matthews Band.

Perdón por este post cursi, pedorro, barato y de autoayuda, pero tengo muchas cosas en la cabeza y las quería compartir con ustedes... La gente que me hace bien.

3 comments:

Anonymous said...

Ánimo Ioni, que no queda nada!!!! En breve te reirás de todo esto. Pero, ¿a qué ahora aprecias más a mucha gente? Al final, conocer gente no "tan buena" te ayuda a amar a los "buenos", jejeje. Espero poder ir a DC y allí brindar por tus éxitos. Un besazo. María Royo.

Anonymous said...

Che, y si cambiás de laburo?!

Beso

Firulo said...

Buenas conclusiones che. No será que los mexicanos son los ególatras machistas que dicen que son? O que si te traen de la mano diciendo que sabés más que ellos lo primero que van a querer es demostrarte que saben más que vos?

De cualquier manera lo más verdadero es que siempre es una cagada trabajar para alguien que no te pidió. Sino preguntale a Saviola o a Juan Pablo Carrizo.

Sos como un técnico vos entonces? y el que sale a la cancha es el candidato?

Te dije que vamos a salir campeones de fútbol en dos semanas? solo hay que ganar y me tengo fe...

salu ion!