Me puse pensativo (pffff, ni que te fueramos a creer)

Aunque me guste escribir, nunca podría ser periodista por dos razones fundamentales, primero porque no me sale escribir sobre cualquier cosa y segundo porque no me sale escribir sobre algo de lo que no tengo ganas de escribir cuando tengo muchas más ganas de escribir sobre otra cosa.

Eso me pasa hoy y me vino pasando todos los días desde que abrí este blog. Supuestamente era una especie de jornal donde iba a escribir las cosas que me pasaban en este raro país del norte, pero nunca me dieron ganas y en cambio se me dio por escribir pensamientos y opiniones como catarsis… aunque todavía no se catarsis de qué, pero queda bien decirlo.

Por eso hoy no voy a escribir sobre mi viaje a Londres, o como festejé el gol de Palermo, mi mudanza, mi nuevos roomates, las visitas de los últimos días ni nada de eso. Ahora sólo quiero escribir sobre ese país con nombre de mujer vieja y con ruleros, Argentina.

El viernes estaba hablando con Martin, un amigo argentino de la zona y le comenté que en la última semana tres personas distintas me habían expresado de la suerte que tengo de estar acá porque mi país está cayendo en picada, aun más bajo de lo que estaba. El me dijo que le había pasado algo parecido, y para mi sorpresa me encuentro esa misma semana con un texto escrito en Facebook por mi amigo Nacho hablando sobre el “fracaso de nuestra sociedad”, cuando nunca le había detectado ninguna inquietud social. A estos hechos de las últimas horas, hay que sumarle que todos los días entro a los portales de los distintos medios argentinos y cada vez las noticias, las imágenes y los titulares son peores.

Claro que por otro lado, las personas que me alertaron sobre la debacle argentina son de las personas más alarmistas que conozco (incluyendo a mi papá que es tan paranoico que hace que los policías de migraciones americanos parezcan serenos de estacionamientos) y que es ya conocida la pelea del gobierno con los medios y eso seguramente eleva el nivel de paranoia mediática. Pero igual creo que esta situación merece un análisis, limitado claro, pero que me gustaría que ustedes (los que están acá, allá o en cualquier lugar) me cuenten como lo ven.

Mi sensación es que el problema tiene dos vertientes, una es el manoseo que sentimos los argentinos por el autoritarismo, la violencia, la impunidad, la falta de autocritica y de interés en el bien común que tiene el gobierno; y otra es el grave problema de inseguridad que viene preocupando a todos los padres y madres desde que tengo uso de razón (la clásica frase de que a los chicos de hoy no les importa matar por un reloj se la escuché a chiche Gelblum creo que en 1993 por primera vez y seguramente se dijo muchas veces antes).

El problema del autoritarismo y la tomada de pelo Kirchnerista lo veo como un problema a corto plazo, que si bien es grave y duele mucho tener el país gobernado por unos infradotados con alma de matones, creo que en un punto es bueno. (Qué carajo decís Ioni? Bueno porque vos estas en Washington cagándote de risa de cómo los gringos llaman crisis a tener 10% de desocupados que encima cobran un montón de plata en seguro de desempleo) Bueno porque creo que nuestra democracia es joven y porque creo que, quizás, aprendamos de nuestros errores. Así como después de Menem la corrupción en el gobierno sigue existiendo pero es menor, o al menos es más sutil, espero que después de este gobierno se venga un movimiento de fortalecimiento institucional, de respeto a la democracia y de límites al poder presidencial. Y yo personalmente creo que así va a ser. (Ioni, sos un optimista y un pelotudo).

El otro problema ya sí me preocupa mucho más, no porque creo que todo esta tan violento y salvaje como muestran los medios. Sino porque es un problema de larga data, que cada vez se profundiza más y más rápido y que nadie, pero nadie, hace nada al respecto.

Todo empezó con nuestros abuelos que llegaron a la ciudad provenientes del interior y de países limítrofes por un trabajo en una fábrica, de esas que había en una época y que hasta hubo un par de décadas como las del 50 y 60 donde había cada vez más (vale decir que en esas épocas también nos quejábamos). Siguió con nuestros padres que perdieron todo lo que tenían en la hiperinflación de los 80 y en la recesión, aniquilación de la industria nacional y privatización de los 90. Después fuimos nosotros los que perdimos todo en la crisis del 2001 y que aunque las ventas de Ayres y complot hayan subido en los años posteriores, algunos nunca lo recuperamos (bien Ioni, ¿nos querés mostrar lo que aprendiste en tu clase de historia de 4to año? Anda a cagar…)

Esto significa que hoy en día, hay chicos que no vieron nunca a sus padres trabajar, y mucho peor, quizás ni siquiera vieron a sus abuelos trabajar. Chicos que son hijos de décadas y décadas de políticas que no contuvieron a los desplazados y que esa marginalidad se fue haciendo cada vez más profunda. ¿Cuándo fue la última vez que supimos de alguna iniciativa real, seria y de largo aliento que se preocupe por darle un lugar en la sociedad a toda esta gente que se quedó afuera? Yo no me acuerdo.

Hoy en día se está hablando de bajar la edad de imputabilidad, de poner mas policías en las calles, hasta de poner al ejercito. Pero esto no va a solucionar nada, porque con policías o ejército, paco, cumbia villera y zapatillas Nike se entretuvieron a los marginados mucho tiempo, pero parece que ya no alcanza. No creo que haya que bajar la edad de imputabilidad y encarcelar a los chicos de 13, pero tampoco creo que no haya que hacer nada. No creo que haya que sacar el ejército a la calle y decretar la emergencia nacional, pero tampoco creo que en aras de hacer algo de fondo, nunca se haga nada de nada.

¿Que esperamos de ese chico que está aspirando pegamento desde que tiene 5 años? ¿Que termine la primaria? ¿Que se anote en filosofía y letras? Y todos pasamos por al lado y nadie hace nada. ¿Hay que meterlo preso? No, pero tampoco hay que dejarlo sólo, porque nada bueno va a salir de ahí. Hay que darle contención, trabajo a sus familias. Hay muchos casos de éxito en temas de seguridad, Colombia es un país donde hace 5 años no se podía salir a la calle, Perú, Brasil y tantos otros también son buenos ejemplos. Nosotros no somos un buen ejemplo de nada.

En definitiva, yo estoy acá lejos, me gustaría que ustedes, los que viven en Argentina y los Argentinos en otros países me cuenten qué les pasa con esto, como ven el país, etc.

Yo, a veces… no tengo ganas de volver.